marzo 03, 2013

"A la deriva"

Sin rumbo...
El conocido cuento de Horacio Quiroga trataba de un tipo que era mordido por una víbora y que sabiendo que la misma era mortal trataba de llegar a un su casa y luego a un hospital para que le salvaran la vida. Sirve el argumento para este momento de Nacional. 
La mordedura se produjo en el Apertura y el veneno sigue entrando en nuestro organismo y estamos buscando desesperadamente llegar a un centro de salud que nos de el antidoto que nos salve la vida. 
En este camino estamos y de la misma manera que el protagonista del cuento se hizo un corte en la pierna para alargar la agonía es que, aparentemente, nosotros aceptaremos la "puesta a disposición" del cargo del DT y cortaremos este proceso, más lleno de sombras que de éxitos.
Ya publiqué hace unas semanas un informe de nuestro entrenador y su actuación previa al comienzo del Clausura y la Copa Bridgestone Libertadores, por lo que no creo necesario volver sobre lo ya expuesto.
Lo que si debo mencionar es lo que vi en estos 4 partidos oficiales que hemos disputado, estos partidos que son los que llevan al entrenador a poner su cargo encima de la mesa.
Hay un desorden tan grande en la cabeza de Diaz, una falta de convicción en sus ideas, una falta de respuesta ante las distintas situaciones del juego que realmente me asombran, no quiero un tipo necio que no cambia "su manera" de jugar, pero tampoco creo que sea sano un tipo que cambia de un partido para otro y por si fuera poco cambia dentro del mismo partido, haciendo no solo movimientos tácticos, si no que se pone a pasear jugadores dentro de la cancha, cambiándolos de puesto en 45 minutos.
Lo he dicho más de una vez, los jugadores no entienden al entrenador. Los jóvenes son victimas de sus gritos incesantes, el abonado de siempre es el Colo Romero, ahora suplantado por el Corto Prieto, los veteranos lo miran y hacen evidentes gestos de no entender lo que les pide. 
Se habla mucho que el entrenador no tiene buen relacionamiento con el plantel, que no tiene personalidad suficiente para manejar tantos referentes.
Lo que me pregunto es lo siguiente; los dirigentes no ven esto cuando van a Los Céspedes? No lo ve el Gerente Deportivo? En esta historia hay muchos culpables, no solo el entrenador.
Otra arista en esta historia es el rendimiento bajisimo de algunos jugadores, en algunos casos es evidente que no pueden seguir integrando el equipo titular de Nacional, no me voy a referir a los jugadores que cambian de puesto, ya que esto es un atenuante para el bajo rendimiento, pero lo del Hueso Romero ya es enfermante, lo de Lembo anoche en Cerro Largo fue pésimo y tampoco ayudó Scotti en el partido contra Defensor.
Que pasa con Juan Albin? Ayer lo borró del equipo, cuando a todas luces debía entrar cuando todos vimos que Recoba tenía una marca personal, no era mejor poner a Juan para darle respiro a Recoba y trasladarle el problema a Cerro Largo de tener que marcar a dos generadores de juego? 
Veremos como se resuelve esta situación, confío en el criterio de nuestros dirigentes, en realidad les doy una cuota de confianza, pero espero que esta vez tomen decisiones pensando en el largo plazo, no solo en lo que resta del Clausura.
Lo único que pido es que el próximo entrenador sea alguien con pasado e historia en Nacional, será la única manera que pueda soportar el murmullo de la José Maria Delgado cuando las cosas no salgan, además debe tener la personalidad suficiente como para como para sentar en el banco a los "consagrados" que no respalden su nombre con el rendimiento necesario para vestir la camiseta de Nacional.
El cuento de Horacio Quiroga no termina bien, ojalá nuestra búsqueda de la salvación termine de manera diferente.

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